Son las 8 de la noche y estoy en la Ciudad de México que tanto, TANTO, me gusta. El aire fresco que hay hoy y la luna "de uñita" roja, roja (¿sabrá de moda?), me recordó las lunas de octubre, que sí son algo cursis, pero también son para tener una cena con vino tinto (Círculo-rioja, novedad excelente precio muy rico), en la playa con una linda brisita fresca y muchas olas para escuchar...
Y entonces como yo quiero dormir en la playa con las olas y los sonidos y en la arena con la lunas y el aire que siempre me ha gustado y siempre en buenas dosis diarias ayuda a pensar mejor, les dejo las playitas que también se extrañan de sólo pensarse: Cancún, Campeche, Ixtapa y Acapulco, a elegir sus sabor favorito, claro está...
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