Mientras amanezco el segundo día del 2011 en una muy azul y soleada mañana en Madrid, recordaré mis pasados y lluviosos días en Porto, que como ya les contaba fueron maravillosos.
Así que para retomar, comencemos por los famosos vinos de Oporto. España y Portugal comparten la zona del Duero, el río que divide a Porto, sin embargo a pesar de que los vinos del Duero (vinos tintos dentro del rango normal conocido por todos) son más famosos en España, Porto se caracteriza por sus vinos de Oporto. Los dichosos vinos son extremadamente dulces, envejecen en barrica, se les añade alcohol, y según nos contaron en la cava que visitamos llamada "Ferreira" y que tiene una visita guiada por sus barricas, en español y con degustación de 2 vinos por 4E, existen algunas variedades como el blanco, el ruby y el tawny, de este último hay una variedad, que al contrario de todos los demás, se realiza con un sólo tipo de uva, el resto son mezclas. Este especial vino llamado vintage, tiene la cualidad de tener que fermentar poco tiempo en barrica, pero muchos años en la botella, el ideal 30 años, después de este tiempo el vino ya no mejora, pero tampoco sigue envejeciendo. Al final los vinos de Oporto me parecen un buen aperitivo, un licor, que lo siento no entra en mi catálogo ni de tintos, ni de blancos, ni de vino, claro a menos de que llamáramos vino a todo el derivado alcohólico de la uva. ¿Qué si me gustan? Sí, algunos que no son demasiado dulces y con un buen postre, adelante.
Regresamos al otro lado del río a la Torre de los clérigos. Esta torre que forma parte de una pequeña iglesia, es la más alta de Portugal, sus vistas valen la pena, aunque si son como yo, no aptos para las alturas y/o los pequeños espacios encerrados y obscuros, tal vez deban plantearse bien la idea antes de pagar por subir muchos, pero muchos escalones, hasta el balcón, según Wikipedia hablamos de 240 escalones y 75m de altura.
Otro de los puntos que no deben dejar de visitarse es la Casa da Musica, para mi lo más parecido a un conservatorio de música. El edificio es moderno, mucho muy moderno, cuenta con varias salas para conciertos con una acústica muy especial generada por sus paredes de cristal ondulado y otras curiosidades arquitectónicas, mientras se pasea por ella se puede escuchar ensayar a la Orquesta de Porto o si se tiene aún más suerte a la de Portugal u otras. Tiene producciones propias de música, que se ha generado o tocado en algún momento en la Casa, que valen la pena y una zona equipada para realizar música electrónica, totalmente gratuita incluyendo sintetizador y toda la cosa, que sería el paraíso para cualquiera como mi Hermano.
Para finalizar me quedan la Catedral de Porto y su claustro, fotos de las Catacumbas de la Iglesia de San Ildefonso y mi foto favorita que resulto en el aeropuerto. La catedral de Porto, no figura en las guías de "¿Qué hacer en 48h. en Porto?", pero yo creo que vale mucho la pena, que da tiempo de hacer todo y más y que también como nota vale la pena comprar la tarjeta de metro Andante para turista que es ilimitada por 72h. y cuesta 11E. Otro detalle de este post es que hay 2 fotos tomadas prestadas de NLE, ya saben porque mi cámara me engañó.
Así que sigamos comenzando bien el año en este segundo día. Por cierto que la cena de Año Nuevo con los nuevos conocidos mexicanos fue linda, tranquila, se portaron muy bien con nosotros y comimos un rico pozole mexicano, con guacamole y hasta Buñuelos que Pe. se puso a hacer, eso sí nunca he tratado, pero puedo aprender jaja. Gracias por la invitación y también a los anfitriones por un lindo fin de año 2010.