A veces cuando me acuesto decidida a dormirme rápido es lo último que logro. Mi cabeza da vueltas por mil temas, ideas y viajes mentales diferentes. A veces como hace dos noches estaba redactando ideas en mi cabeza, cartas y blogs. El blog que estaba meditando era algo como esto.
En los últimos digamos 4 años, he conocido de una u otra forma a mujeres que se han trasformado en importantes para mí, por varias razones, pero algunas de ellas comparten una y es su lucha contra el cáncer de mama.
A algunas de ellas las conocí por www, a algunas ya las he mencionado por aquí como a Arantza, que siempre con esa ironía que me alegra las mañanas igual habla de la "quimio" o de la "tesina", que escribió durante largo tiempo y mientras la conocía; están mujeres como Kerry Mansfield de quien sólo conozco su trabajo a través de la fotografía; por otro lado algunas a las que sólo conocí unos momentos en una conferencia, por ejemplo, pero que están tratando de hablarnos desde otro lugar como Kay Gravell; hay otras mujeres a las que sólo he visto desde lejos, algunas de las que sólo he leído su historia y otras que ya no están aquí, como la esposa de HAO, a quién no conocí y de la que sólo he escuchado algunas pocas palabras, pero de quien me acuerdo cada que el tema aparece; otras mujeres con las que he tenido el gusto de trabajar y platicar y escuchar de ellas lo que están haciendo como Felicia Knaul, por supuesto que hay muchas otras, que han pasado de cerca y de lejos, cada una tiene su historia y cada una tiene una forma distinta de contarla y de luchar con ello, de luchar en el mundo de la enfermedad (ver Susan Sontag).
De todas estas mujeres, o de casi todas ellas hay otro común, y es que tienen 40 años o menos, o los tenían en el momento del diagnóstico. Aunque he tenido la oportunidad de estudiar y trabajar cerca del tema cáncer de mama, no me considero experta, sin embargo sí creo que tengo cierta responsabilidad de publicar en este blog, tanto las historias que pueden leer en los links de arriba, como de contarles, volver a contarles y decirles lo siguiente:
Hombres a leer.
Desde hace años algunas veces llega a la bandeja de entrada de mi correo basura, una "cadena" que invita a los hombres a platicar con las mujeres que están a su alrededor sobre la importancia de la revisión de los senos para detectar a tiempo cualquier indicio de cáncer de mama. Creo que esta iniciativa aunque falta de desarrollo e información, es una buena idea. Siempre he creído que es fundamental que los hombres, sobretodo aquellos que tienen a una mujer por pareja, se involucren en su salud, la de ella (diría Benedetti). Una de las mujeres mencionada arriba, como muchas otras, averiguó sobre su pequeño tumor gracias a que su pareja descubrió algo "raro", algo diferente, en uno de sus senos (¿debería decir los de ella?).
Mujeres a leer.
Parece broma que cada campaña nos dice que nos revisemos, que debemos hacerlo un día, siempre el mismo número de días después del ciclo menstrual; que debemos elegir uno, siempre el mismo, si ya no se tiene menstruación. Parece siempre ajeno, que debemos ir al ginecólogo a una revisión cada año, no sólo por los senos, sino por un papanicolau y revisiones generales. Parece que sólo se escucha el miedo que algunas veces da, al revisar frente a un espejo, primero con la palma de la mano derecha sobre la nuca y la mano izquierda revisando el seno derecho en espiral, con los dedos presionando firme, pero no fuerte, después la mano izquierda sobre el cuello y la mano derecha sobre el seno izquierdo haciendo otro espiral en busca de "algo diferente" que puede salvarnos la vida. El miedo no debe ser encontrar, sino encontrar demasiado tarde o no tener tratamiento adecuado. Revisar siempre después de los 20, o en teoría desde antes, cada mes, por siempre.
Todos a leer.
Debemos conocer nuestros cuerpos, debemos tener la información necesaria para ejercer nuestros derechos ante el médico, cuando nos dicen no tienes nada, eres muy joven o nos ven con cara de "está loca", y te mandan a casa sin siquiera revisarte. Debemos exigir que se tomen muestras buenas y que existan laboratorios de calidad y lectores de muestras capacitados y si no se puede leer que se repita, que se entreguen rápido y a tiempo los resultados, que se nos expliquen con manzanas, peras o sapos, pero que se nos expliquen.
Debemos conocer nuestros cuerpos, de otro modo, ¿cómo sabremos que algo está mal? ¿Cómo sabremos que algo ha cambiado?
Acostarse sobre una superficie plana, relajar la espalda, poner una pequeña almohada, el brazo a la cabeza y repetir los espirales, ¿es demasiado pedir 5 minutos para nosotras? ¿Para poder salvar vidas?
A veces parece que una mastografía, que puede ser gratuita costara más que el cine, que una cena, que una fiesta, que la hora invertida en una visita a la máquina que aplasta senos fuera tan trágica y tan poco indispensable, que mejor es invertir en 4 horas poniendo nuevo color a nuestro cabello, tienes más de 40 debes hacerlo cada año.
Los factores de riesgo son muchos, pero el mayor riesgo es siempre creer que somos inmunes y que sólo al otro, a la otra le sucederá, no perdemos nada revisándonos, ganamos mucho conociendo cómo hacerlo.
Si quieren revisar más información al respecto:
Pueden conocer y aprender en Tómatelo a pecho
Pueden ayudar aquí en Juntos somos más fuertes
¿Cómo revisarse y cuáles son los factores de riesgo?
Será demasiado pedir que también usen condón, el cinturón en el coche, se hagan un papanicolau o se revisen la próstata (también después de los 40).
¿Por cierto quién decidió ponerle rosa al cáncer de mama?
NOTA* Es importante aclarar que:
a) No soy médico
b) La información aquí mostrada es meramente informativa y proviene de mi experiencia como especialista en Salud Reproductiva y proveniente de mi trabajo
c) Las mujeres a las que cito con nombre y link han hecho público su diagnóstico
d) Si tienen dudas o preguntas, déjenme un comentario, en algo podré ayudar
Tomado de "Shit happens" |
A algunas de ellas las conocí por www, a algunas ya las he mencionado por aquí como a Arantza, que siempre con esa ironía que me alegra las mañanas igual habla de la "quimio" o de la "tesina", que escribió durante largo tiempo y mientras la conocía; están mujeres como Kerry Mansfield de quien sólo conozco su trabajo a través de la fotografía; por otro lado algunas a las que sólo conocí unos momentos en una conferencia, por ejemplo, pero que están tratando de hablarnos desde otro lugar como Kay Gravell; hay otras mujeres a las que sólo he visto desde lejos, algunas de las que sólo he leído su historia y otras que ya no están aquí, como la esposa de HAO, a quién no conocí y de la que sólo he escuchado algunas pocas palabras, pero de quien me acuerdo cada que el tema aparece; otras mujeres con las que he tenido el gusto de trabajar y platicar y escuchar de ellas lo que están haciendo como Felicia Knaul, por supuesto que hay muchas otras, que han pasado de cerca y de lejos, cada una tiene su historia y cada una tiene una forma distinta de contarla y de luchar con ello, de luchar en el mundo de la enfermedad (ver Susan Sontag).
De todas estas mujeres, o de casi todas ellas hay otro común, y es que tienen 40 años o menos, o los tenían en el momento del diagnóstico. Aunque he tenido la oportunidad de estudiar y trabajar cerca del tema cáncer de mama, no me considero experta, sin embargo sí creo que tengo cierta responsabilidad de publicar en este blog, tanto las historias que pueden leer en los links de arriba, como de contarles, volver a contarles y decirles lo siguiente:
Hombres a leer.
Desde hace años algunas veces llega a la bandeja de entrada de mi correo basura, una "cadena" que invita a los hombres a platicar con las mujeres que están a su alrededor sobre la importancia de la revisión de los senos para detectar a tiempo cualquier indicio de cáncer de mama. Creo que esta iniciativa aunque falta de desarrollo e información, es una buena idea. Siempre he creído que es fundamental que los hombres, sobretodo aquellos que tienen a una mujer por pareja, se involucren en su salud, la de ella (diría Benedetti). Una de las mujeres mencionada arriba, como muchas otras, averiguó sobre su pequeño tumor gracias a que su pareja descubrió algo "raro", algo diferente, en uno de sus senos (¿debería decir los de ella?).
Tomado de la red. Traducción: Si tan solo las mujeres pusieran tanta atención a sus senos como lo hacen los hombres |
Mujeres a leer.
Parece broma que cada campaña nos dice que nos revisemos, que debemos hacerlo un día, siempre el mismo número de días después del ciclo menstrual; que debemos elegir uno, siempre el mismo, si ya no se tiene menstruación. Parece siempre ajeno, que debemos ir al ginecólogo a una revisión cada año, no sólo por los senos, sino por un papanicolau y revisiones generales. Parece que sólo se escucha el miedo que algunas veces da, al revisar frente a un espejo, primero con la palma de la mano derecha sobre la nuca y la mano izquierda revisando el seno derecho en espiral, con los dedos presionando firme, pero no fuerte, después la mano izquierda sobre el cuello y la mano derecha sobre el seno izquierdo haciendo otro espiral en busca de "algo diferente" que puede salvarnos la vida. El miedo no debe ser encontrar, sino encontrar demasiado tarde o no tener tratamiento adecuado. Revisar siempre después de los 20, o en teoría desde antes, cada mes, por siempre.
Todos a leer.
Debemos conocer nuestros cuerpos, debemos tener la información necesaria para ejercer nuestros derechos ante el médico, cuando nos dicen no tienes nada, eres muy joven o nos ven con cara de "está loca", y te mandan a casa sin siquiera revisarte. Debemos exigir que se tomen muestras buenas y que existan laboratorios de calidad y lectores de muestras capacitados y si no se puede leer que se repita, que se entreguen rápido y a tiempo los resultados, que se nos expliquen con manzanas, peras o sapos, pero que se nos expliquen.
Debemos conocer nuestros cuerpos, de otro modo, ¿cómo sabremos que algo está mal? ¿Cómo sabremos que algo ha cambiado?
A veces parece que una mastografía, que puede ser gratuita costara más que el cine, que una cena, que una fiesta, que la hora invertida en una visita a la máquina que aplasta senos fuera tan trágica y tan poco indispensable, que mejor es invertir en 4 horas poniendo nuevo color a nuestro cabello, tienes más de 40 debes hacerlo cada año.
Los factores de riesgo son muchos, pero el mayor riesgo es siempre creer que somos inmunes y que sólo al otro, a la otra le sucederá, no perdemos nada revisándonos, ganamos mucho conociendo cómo hacerlo.
Imagen tomada del blog "Shit happens" |
Si quieren revisar más información al respecto:
Pueden conocer y aprender en Tómatelo a pecho
Pueden ayudar aquí en Juntos somos más fuertes
¿Cómo revisarse y cuáles son los factores de riesgo?
Será demasiado pedir que también usen condón, el cinturón en el coche, se hagan un papanicolau o se revisen la próstata (también después de los 40).
¿Por cierto quién decidió ponerle rosa al cáncer de mama?
NOTA* Es importante aclarar que:
a) No soy médico
b) La información aquí mostrada es meramente informativa y proviene de mi experiencia como especialista en Salud Reproductiva y proveniente de mi trabajo
c) Las mujeres a las que cito con nombre y link han hecho público su diagnóstico
d) Si tienen dudas o preguntas, déjenme un comentario, en algo podré ayudar
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