13.1.12

Jet Lag. Escribe una zombie sobre su migración

Qué rara sensación esta de estar vuelta... ¿o de ida? Supongo que el problema es que ya no sé. Aterrizamos hace unas horas y estoy tratando de superar el Jet Lag no quedándome dormida y sacando pendientes de todo tipo. No creo lograrlo por mucho tiempo más, pero aprovecho para poner el blog al día, bueno al menos para ir organizando entradas. 

Este post continua de lo que comencé ayer, en realidad dormí unas horas y después despiertos de 3am a 6am y ahora zombies nuevamente. Durante esas horas me dio suficiente tiempo de pensar en lo que significa estar fuera de casa. Casa, en el sentido de país, familia, amigos, costumbres y comida, por supuesto. Estar aquí en Madrid me ha costado mucho trabajo. No me gustan los cambios, ni las despedidas. Me gusta mi comodidad, mi cotidianidad. No se trata de ser aburrido, sólo de disfrutar lo que se ha vivido por mucho tiempo. Por supuesto que la he pasado muy, muy bien este año y dos meses por acá. He viajado, conocido, comido, me he divertido, he inventado y he estudiado. Tengo aún muchas cosas pendientes por hacer de este lado del planeta.

Sin embargo las cosas buenas no dejan a un lado que mi apego a mi casa, esta vez hablando literalmente, sea importante. Las despedidas son difíciles y peor para alguien como yo que soy pésima para controlar, comunicar y vivir mis propios sentimientos. Lloro, pero no me gusta llorar, quiero, pero no me gusta decirlo, abrazo, pero muy de vez en cuando. En resumidas cuentas soy un desastre. 



Existen síndromes sobre trastornos psicológicos sufridos por los migrantes. Y cómo no, dejar tu vida para tener otra vida, durante unos meses o años y de vuelta y así interminablemente. Sin saber cuál es tu verdadero espacio. En teoría, el departamento desde donde escribo en este momento, sí ese sexto piso de un edificio en Madrid, es mi espacio, mi casa, aunque no lo sienta del todo así. Por otro lado México y la casa donde crecí y viví 24 años es mi casa, pero en teoría es casa de mis papás... Los años intermedios en Cuernavaca son diferentes, ahí a pesar de ya no estar en el mismo lugar podía ir o podrían ir a verme en cualquier momento, por 15€ y a 1.5h de distancia. Muy distinto a 11h y al menos 1200€, sólo por llegar y sobrevivir.

Si mi familia estuviera de este lado del planeta otra cosa sería, pero igualmente no sé si en algún momento podría sentirlo como mi casa. Mi país, México, aún con todos sus desastres es mi país. Es el país de la gente que se plática en las mañanas de camino al trabajo, donde aún se les cede el asiento a los demás, claro cuando el metro no va demasiado lejos. Es el país de las comidas en casa, de los mercados y sus desayunos de fin de semana, de los colores y los juguetes típicos que se van perdiendo lentamente. Es el país de los bosques, las playas, las selvas y los desiertos, de las catedrales y las pirámides. Es el país que vive la gente que no debiera merecer lo que sufre cada día para sobrevivir. Ese país que me hace pensar en "qué pasará, qué haremos y en dónde estaremos" cada día.



A todos los que me han preguntado "¿Y por qué no se quedan allá?" Simple, porque no es tan fácil. Implica buscar un trabajo que te dé para vivir "bien", paso muy difícil, de otro modo no lo haría. Implica dejar por tiempo indefinido y con visitas demasiado esporádicas a la familia y hasta al perro, la casa (como lugar conocido) y los amigos. Implica dejar costumbres y lenguajes, dejar todo aquello bien conocido. Es posible que implique "un mejor nivel  de vida", entre comillas porque pueden entenderse muchas cosas que no son técnicamente el significado. Así que es difícil, mucho, aunque no lo parezca a simple vista.

¿Cómo hacen aquellos que llegan sin un trabajo, sin una red, sin una visa y un permiso, que no tienen una meta o un fin, que no tienen posibilidad de volver en algún tiempo y sin riesgos?

Así que seguiré con mis minutos de nostalgia de familia, perro, casa, libros frente a la chimenea, comidas en familia, sobremesas de 8 horas, vino Eguiluz, galletas con queso, aceitunas, y todo lo demás.



**Si llegaste hasta aquí y eres mexicano mañana es el último día para enviar tu solicitud de voto si vives en el extranjero. VOTA**

3 comentarios:

Adela Iglesias dijo...

Pues a pesar de no ser migrante, tus palabras me conmovieron en lo profundo. Quizá, todos estemos en una especie de migración constante: entre un día y el que sigue, entre este momento y el venidero, entre lo que fue y nunca volverá a serlo y lo que está por ser... En fin, que reconciliarnos con la impermanencia sigue sonando como una buena estrategia. Que pronto te readpates a tu hogar temporal nuevamente. Un abrazo de esos muy mexicanos.

Anónimo dijo...

hola!!!!
pues yo soy doble migrante de ciudad ¿puedo considerame asi? primero después de 19 años, de acapulco a Naucalpan/Tlalnepantla, después de 9 años a Distrito Federal...... y me llegaron mucho tus palabras... será que ando sensible..... no lo sé. je.

y si! tu espacio, tu depa/piso/estudio, es tu casa! y tu eres quien le añade el toque para que se sienta calor de hogar.... eso aun no lo logro en este depa del DF despues de año y medio de vivir ahi, pero pronto pronto.

puedes tener un otro propio perro en Madrid!!!! y ya tienes tu propia familia no te olvides!!!! es hora de aumentarla con un pez, un perro, un gato, o ya sabes! jaja

te quiero y me dio mucho gusto verlos un ratito!!!! :) despues de casi 40 días!!!

te quiero!!!
los quiero!!!

DALVE

pero nunca

Amanda dijo...

Hay como te entiendo... aplica lo de aquella cancion " No soy de aqui... ni soy de alla". Yo llevo ya 11 anyos fuera, segun yo me venia nadamas 1 anyo a aprender frances, y mira, una cosa llevo a la otra y aqui seguimos. Te recomiendo que leas "La ignorancia" de Milan Kundera, habla un poco de estos temas, de volver a casa , al pais natal y de ya no saber ni de donde es uno porque acabamos perteneciendo un poco a todos los lugares en los que estamos. Yo a Mexico lo llevare en el corazon siempre, fueron muchos anyos tras los que ya estaba en Europa en los que seguia diciendo que vivia en Mexico, consideraba estar de este lado del charco como transitorio. Luego llegas, y en ciertas cosas te sientes desadaptada, y es una tristeza enorme. Al final el hogar es donde estas tu, y donde esta tu corazon y pienso que al ir estando en mas lugares, vas enriqueciendote, no perdiendo.
Que bien que ya estas de vuelta, tengo listo tu paquete. De hecho lo llevo cargando toda la semana y por unas cosas y otras no he podido pasar a correos. Pero se va pronto seguro.