[Granada] La Alhambra, las tapas y algo más en menos de 48 horas.

Uno de los problemas que tiene escribir mi blog es que para escribirlo tengo que estar, generalmente, de buen humor. Y estos días, entre que me enfermé y que mi estado zombie va en aumento, no han sido los más inspiradores. 

Las novedades son: fuimos y vinimos de Granada, de lo cual tratará este intento de post; estamos por comprar nuestros vuelos de vuelta, nervios; fue el cumple 3 de Jimena, una de mis monstruitos top; que en mayo que vienen los papás de NLE, ya es oficial, iremos a Córdoba; que la nueva cocina de mis padres me gusta, y tiene horno nuevo ¿no les emociona?; y finalmente que el mundo sigue girando y yo voy lenta en él, diría Mafalda, que lo paren por favor.

Así que Granada:

La foto que ven arriba es el Albaicin, uno de los barrios más famosos de Granada, tomado desde un cerezo en la Alhambra. Fuimos a Granada de jueves a viernes. Salimos el jueves de la estación de autobuses que nos queda cerca de casa a las 6 am y llegamos, después de paradas largas y choferes que cambian unas 4 veces, a las 12 del día. El autobús es un excelente medio de viajar a ciertos lugares, más o menos el mismo tiempo que el tren, pero más barato 32€ ida y vuelta. 

Nos quedamos en uno de los dos NH que hay, en el Inglaterra, porque teníamos puntos. El hotel tiene una muy buena ubicación, pero ni eso, ni el amable personal quita que fuera mala experiencia, al contrario de la mayoría de las veces que nos hemos quedado en estos hoteles.

Así que llegando a correr porque ya teníamos los boletos para la Alhambra y la entrada a los Palacios Nazaríes era a las 2 pm. Dos recomendaciones: compren sus boletos con anticipación porque se acaban, y lleguen a tiempo que de otro modo no los dejan entrar. Hay partes que son gratuitas, como el Palacio de Carlos V, pero son las menos.

En la Alhambra estuvimos varias horas, con un aguacero como hace mucho no veíamos. Hay que recorrer varios edificios y jardines, algunos muy retirados de otros. Dentro del Palacio de los Nazaríes está la fuente de los leones, patio donde se encontraba la habitación del sultán Boabdil con un techo en forma de estrella que tiene, para mí, uno de los trabajos más impresionantes de la Alhambra.

Así que pueden pasarse toda la tarde recorriendo salas y jardines con impresionantes trabajos. Los jardines del Generalife, el Alcazar y otros edificios más. Por cierto que tuvimos suerte con la fuente de los leones, que estuvo en restauración durante años, desde 2008, hasta hace pocos meses, julio del año pasado.

Tengo muchas fotos, pero a veces es cansado para quienes me leen, tener que ver el álbum completo del viaje por eso pongo poquitas en este post mientras les voy contando. Pero definitivamente vale la pena el viaje, aunque no creo que sea mi top 3 de ciudades españolas, y que seguro vale la pena recorrer Málaga y Sevilla, o Córdoba en el mismo viaje.

Después de comer algo en la Alhambra, donde pueden comprar comida de máquina o llevar sus propios sándwiches o bocadillos, bajen esa cuesta que separa al centro de la ciudad. Nosotros subimos caminando y casi muero de asfixia, por la lluvia bajamos en autobús. Ahora y sin lluvia lo haría al revés, sin duda. Tengan cuidado con la cantidad de personas que les quieren "regalar" ramas de romero, abundan y son un poco molestos.

Ahora sí a comer, o a tapear. Las tapas granadinas tienen mucha fama por sus abundantes porciones, y es verdad. Nosotros salimos a cenar cerca del hotel, entre la Calle Elvira y la Plaza Nueva, que curiosamente es la más antigua. En tres de los cuatro bares nos dieron muy buenas tapas, pero el más recomendable, sobre todo si es jueves, es el Bar Sevilla ( C/ Oficios 12) atrás de la catedral, buenas tapas y flamenco en vivo. La cerveza es un poco más cara en general que en Madrid, pero con mejor tapa y más grandes los vasos (entre 1.8€ y 2€).

Comimos al día siguiente en un restaurante vegetariano llamado Paprika, casi al final de la calle Elvira, estaba muy bien y el menú costaba 11€, pero en verdad rico y agradable. Muy recomendable. Y también en el centro probamos los piononos, una especie de panecito con crema, que pueden ver en la foto, supuestamente muy granadino. Me gustó.

Ahora sí después de dormir y desayunar en el hotel, salimos a conocer en primer lugar la casa de campo de García Lorca. Está a 2 kilómetros del centro, muy caminables. Cuando llegamos había un grupo y debíamos esperar de las 1030 a las 12 del día, por lo que fuimos a conocer, aunque sea por fuera, el Monasterio de San Jerónimo, muy bonito, y la impresionante Basílica de San Juan de Dios, que estaba de fiesta.

En la casa de García Lorca (3€) se pueden ver los muebles originales, de antes de la guerra, y algunos dibujos, entre ellos de Dalí, el piano de la familia y el escritorio de Lorca en donde al parecer escribió gran parte de su obra. Tienen unas bonitas ediciones de sus libros a la venta y a  muy buen precio, de los cuales compramos la clásica "La Casa de Bernarda Alba" y la obra "Amor de Do Perlimplín con Belisa en su Jardín" que ya hemos visto montada.

Después volvimos al centro a recorrer el Albaicin que tiene problemas con el alcalde por cerrar calles... Es un barrio de muchas subidas, cansado, pero las casas blancas, calles empedradas, y el premio de haber subido es ver las impresionantes vistas de la Alhambra y la Sierra Nevada.

Claro que siempre se pueden sentar con una cerveza a ver esta impresionante imagen:

Después, y cansados, bajar a comer, tal vez entrar a alguna tetería, de las que a mí no me inspiraron mucho. Tomarse un café en el Café Colón y recargar pilas antes de entrar a la Capilla (4€) en donde están enterrados Fernando e Isabel y Felipe I y Juana (la loca). Debo confesar que no sabíamos que estaban enterrados allí. La capilla tiene una vibra rara, es enorme e imponente, muy "real". Las pinturas que están en el museo valen la pena, a mí ese arte religioso no me gusta, pero éstas son bastante originales y hay un Botticelli.

A las 1830 volvimos a Madrid. Y yo me quedo con mi copa de vino, tratando de, también, volver a la realidad, o encontrarla que bastante trabajo me cuesta. Por cierto, vimos "El lado bueno de las cosas" (Silver Linings Playbook), y no tengo nada en contra de Jennifer Lawrence, pero nada que ver con la actuación de Emmanuelle Riva, en Amor, ya dije.