En los blogs españoles este restaurante ya se ha vuelto famoso, sólo hay que dar un par de clicks para encontrar reseñas sobre él, sobre sus varios nombres, sobre su pequeño local, su falta de nombre, sobre que los dueños y meseros no hablan español, etc.
Lo que yo quiero decir es que es delicioso, me encantó y que ya quiero volver a ir, que ojalá hubiera ido hace dos años, pero lo disfrutaré por ahora.
Yué Lai está en Hermosilla 101, con una puerta de madera roja y letras doradas, enfrente de la puerta de atrás del Museo del Jamón de Goya. Cuando llegas te ponen para picar unos cachuates marinados en una salsa dulce, que no tengo idea qué lleva, pero parecería anís con alguna cosa más.
Para empezar hay una carta enorme, traducida a español. La idea del lugar, aunque tiene buenos platos comunes, es ir por el hot-pot, fondue chino, literalmente dicen que significa olla de fuego, total una olla de caldo con mil especias y bambú que hierve sobre una poco limpia hornilla de gas (no importa).
Para acompañar nuestra hot-pot a cada comensal le ponen un platito con bastante salsa de cacachuate con aceite de chile seco, deliciosa.
Hay varias versiones del caldo para la hot-pot, por ejemplo caldo de diferentes sabores, como cordero, pato o pescados... pero por falta de práctica hay que pedir el normal, así se evita pasar horas tratando de explicarnos. También hay versiones picante y no picante, puede ser mitad y mitad, pedimos sólo picante y es MUY picante, pero comible y rica, rica.
Dicen por ahí que este lugar es lo más parecido a comer en la región de Schezuan, si alguien lo ha comido en China, u otro lugar asiático que me cuente. Para el hot-pot, como les decía, hay literalmente cientos de acompañamientos, pero pedimos: setas, verdura china (planta verde como acelga con sabor sutil a berro), ancas de rana y albóndigas de tendón (no fueron mi hit aunque sí las probé).
A parte de unas cervezas Mahou, que también venden cervezas chinas, pedimos unas gyozas que estoy viendo que esa palabra es japonesa y que lo correcto es Jiaozi. Estaban muy buenas, tanto que fueron dos raciones. Pedimos también un pato asado, que a pesar de estar rico, era lo menos destacable, para mí.
Por más que queríamos bajar la temperatura del caldo, tan caliente que quemaba, la señora pasaba y lo volvía a subir, pero no pasaba más que dejar enfriarlo en nuestra cucharita roja.
Así que si les gusta comer diferente habrá que ir a Yué Lai y conseguir restaurantes como éste en México y otros sitios del planeta. Es delicioso y barato, comimos 4 personas (mucho) con varias cervezas por menos de 15€ por persona y al final nos invitaron una rica sandía.
Yo sigo con los comienzos de una mudanza a "mediano plazo", con una tesis que... bueno eso, y disfrutando Madrid. Pero antes:
Feliz cumpleaños muy importante a mi Madre, te quiero mucho Madre, espero que la comida haya terminado muy, muy bien.
También es cumple de RIII, que espero que estés pasándola bien en tierras portuguesas.
Por aquí nos vemos prontito...